(Artículo publicado originalmente en Diario Médico el 11 de marzo)

La tasa de diagnóstico de la hepatitis C en España es aún baja: se estima en más de 70.000 el número de adultos que desconocen su infección en nuestro país. Todos ellos pueden transmitir la enfermedad y un porcentaje variable puede desarrollar fibrosis hepática avanzada, cirrosis y finalmente cáncer de hígado. Olvidarse de esta parte del problema (la infección no diagnosticada) es ignorar la solución.

Un reciente estudio presentado en el 43º Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha puesto cifras al riesgo de llegar a una situación de agotamiento diagnóstico, si continuamos tratando los casos conocidos sin preocuparnos del infra-diagnóstico. Según este estudio, en 2022 podríamos tener unos 161.000 pacientes infectados que no saben que lo están y sin acceso, por tanto, a un tratamiento curativo. En consecuencia, España no alcanzaría el objetivo propuesto por la OMS de eliminar la hepatitis C para 2030, año en que todavía tendríamos casi 96.000 pacientes de acuerdo con la estimación de esta investigación.

Sería una gran oportunidad perdida. Estudios recientes han situado la prevalencia de la hepatitis C entre el 0.3 y el 0.4% de la población adulta en nuestro país, un porcentaje menor del estimado hace poco tiempo. En la actualidad, existen varios regímenes que combinan diferentes antivirales de acción directa (ADDs) que permiten la eliminación del VHC en un corto periodo de tiempo con una eficacia muy elevada (más del 95%) y escasos efectos secundarios. En España, desde el primer trimestre de 2015 se ha tratado con ellos a más de 95.000 pacientes. Inicialmente recibieron el tratamiento sólo aquellos con fibrosis significativa, pero desde junio de 2016 el Gobierno y las Comunidades Autónomas han extendido el tratamiento a todos los pacientes con infección activa diagnosticados, independientemente de la gravedad del daño hepático.

Todo ello nos sitúa en una situación excelente para lograr la eliminación de la hepatitis C en España a corto-medio plazo, incluso antes de lo previsto por la OMS. Pero no basta con la universalización del tratamiento. Nos tenemos que poner manos a la obra con la identificación de la infección no diagnosticada. Ahora sabemos además -por diferentes estudios presentados en el Congreso de la especialidad- que el cribado universal en adultos representa una gran inversión en salud. El resultado de uno de ellos concluye incluso que la estrategia de cribado universal en mayores de 20 años es más coste-efectiva que el cribado de la misma población con factores de riesgo.

Ha llegado pues el momento de iniciar una estrategia de cribado de la hepatitis C en nuestro país en todos los adultos que no han sido examinados previamente. Esta recomendación ya ha sido incorporada en otros países de nuestro entorno como Francia. El cribado de la población adulta española debería realizarse en todos aquellos que desconocen su situación serológica respecto a la hepatitis C mediante una única determinación de los anticuerpos anti-VHC y la posterior evaluación de los casos positivos. En otro estudio también presentado en el Congreso de la AEEH se ha concluido que si bien el 81% de los hospitales dispone de los recursos necesarios para realizar el diagnóstico en un único paso, sólo el 38% lo hace. Es por tanto necesario resolver esta situación e incorporar plenamente a Atención Primaria en estas estrategias.

El Gobierno ha sido advertido de todo ello y parece tener la intención de actuar en consecuencia. En una reciente reunión, el Ministerio de Sanidad anunció a la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) que abordará los planes de cribado en cuanto se conozcan los resultados del estudio de seroprevalencia que ha realizado a nivel nacional (los resultados se esperan en los próximos dos-tres meses). Creemos que básicamente este estudio vendrá a confirmar lo que ya sabemos por otros realizados en varias comunidades autónomas.

El Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (PEAHC) trazó un cronograma, según el cual, ya a finales de 2017 se deberían haber desarrollado todas sus líneas estratégicas, entre ellas, la del cribado de las personas con hepatitis C que no saben que tienen la enfermedad. Por lo que, aun con retraso, es una buena noticia que el Ministerio no vaya a dilatar más la decisión sobre una estrategia para hacer aflorar los casos no diagnosticados porque ello sí que nos situaría verdaderamente en la recta final para acabar con la hepatitis C en nuestro país de acuerdo con las recomendaciones de la OMS.

Javier García-Samaniego Rey
Jefe de Sección de Hepatología del Hospital Universitario La Paz. Madrid
Coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España
(AEHVE)