La prevalencia de la infección activa del virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes también infectados por VIH en España se situó en 2017 en el 8%, lo que supone un descenso del 31,6% respecto al año anterior (en el que la prevalencia de coinfección se situó en el 11,7%) y del 63,8% respecto a 2015 (en el que se constató una prevalencia del 22,1%). Este profundo descenso en la prevalencia de infección activa observado en el último año obedece exclusivamente al acceso al tratamiento anti-VHC basado en antivirales de acción directa (AAD) que pasó de ser del 59,3% de todos aquellos con infección activa en 2015 al 74,7% en 2016 y al 82,4% en 2017. Estas cifras podrían conducir a que la población que sufre la coinfección puede ser la primera en alcanzar la ansiada meta de la eliminación de la hepatitis C.

Así lo pone de manifiesto un estudio realizado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) en el que se han recogido datos de 1.690 pacientes, seleccionados de forma aleatoria de una población de referencia constituida por los 40.322 pacientes que estaban en seguimiento activo en 43 hospitales distribuidos por toda la geografía española, lo que corresponde aproximadamente a un tercio del total de la población infectada por el VIH en España.

Para ser conscientes de la magnitud en el descenso de la prevalencia, el Dr. Juan Berenguer, del Hospital Universitario Gregorio Marañón y coordinador de este trabajo de investigación junto al Dr. Juan González, del Hospital Universitario La Paz, recuerda que “entre los siete años transcurridos entre 2009 y el 2015 el descenso en la prevalencia de infección activa fue un 35%, frente al 31,7% de diferencia entre 2016 y 2017”.

A esto, Berenguer también añade otro hecho igualmente relevante: “De los pacientes con infección activa por VHC, el 22% estaban recibiendo tratamientos anti-VHC con pautas orales libres de interferón en el momento de llevarse a cabo el estudio. Si consideramos que la mayoría de estos últimos pacientes habrán logrado respuesta viral sostenida [lo que se traduce como estar curados de la hepatitis C], la proporción de infección activa por VHC, en pacientes con VIH, real en España en 2017 podría situarse en una cifra cercana al 5,6%”, asegura.

El estudio confirma asimismo que la adquisición de la infección por consumo de drogas inyectables ha sido la principal vía de transmisión de los pacientes con infección activa por VHC, y que la infección adquirida a través de relaciones sexuales entre hombres que practican sexo con hombres (HSH) contribuye poco a la carga actual de la coinfección en España; algo que de momento está limitado a áreas específicas de algunas grandes ciudades.

De los pacientes con infección activa por VHC, el 10,4% tenían cirrosis hepática. Hay que destacar que tenían cirrosis hepática el 28,2% de los pacientes que habían logrado respuesta viral sostenida tras tratamiento anti-VHC. Considerando tanto a los pacientes con infección activa por VHC como a los curados con el tratamiento, en 2017 un 6,6% de los pacientes infectados por VIH en España tenían cirrosis hepática por VHC.

Nuestros hallazgos muestran que la eliminación del VHC entre los pacientes infectados por el VIH en España es una meta que se puede alcanzar a corto plazo dado que actualmente el acceso universal al tratamiento está disponible en todas las Comunidades Autónomas”, ha recordado el Dr. Juan González, coordinador de este estudio de la prevalencia de la coinfección VIH/VHC a nivel nacional junto al Dr. Berenguer.

A colación de las palabras del Dr. González, también ha intervenido en la rueda de prensa de presentación de estos datos el Dr. Javier García-Samaniego, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Universitario La Paz y coordinador de la AEHVE. En su intervención, García-Samaniego ha solicitado adaptar la estrategia nacional frente a la hepatitis C a la nueva realidad de la enfermedad en España. Y es que “desde abril de 2015 se ha tratado a más de 100.000 personas con hepatitis C en España con los nuevos antivirales de acción directa, lo que ha cambiado sustancialmente el perfil de los pacientes, tanto coinfectados como monoinfectados, que ahora en la mayoría de los casos presentan una enfermedad más leve”.

A juicio del coordinador de la AEHVE, para conseguir la eliminación de la hepatitis C en España es necesario “desarrollar un plan de cribado para aflorar los casos de infección activa no diagnosticados, mejorar la continuidad asistencial, fortalecer el diagnóstico en un solo paso en todos los centros y promover estrategias de microeliminación”.