En el contexto del Día Mundial de la Salud Digestiva, que convoca cada año la World Gastroenterology Organisation (WGO), y que en este 29 de mayo se dedica a las hepatitis víricas, la AEHVE se suma a un llamamiento conjunto con la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) para instar al Gobierno y a las Comunidades Autónomas a que pongan en marcha una estrategia de cribado universal de la Hepatitis C en la población.

Tenemos claro que el Plan Estratégico para el Abordaje de la hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (PEAHC) ha sido un éxito en España. Desde su puesta en marcha en 2015, unas 105.000 personas con esta infección vírica han sido tratadas con antivirales de última generación. En España, se ha conseguido una de las tasas más altas de curación, cifrada en torno a un 95%, pero se requiere dar un nuevo impulso a la lucha contra la hepatitis C para conseguir su eliminación en el horizonte del año 2021. La única forma efectiva de lograrlo es poner en marcha una estrategia de cribado universal que haga aflorar los casos no diagnosticados. La eliminación de la Hepatitis C es, asimismo, un objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda articular estrategias de cribado.

La prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis C en España es del 1,19% y se sitúa muy lejos del 2,2% asumido previamente, según un amplio estudio epidemiológico presentado el pasado año. La principal aportación de este estudio reveló que 2 de cada 3 personas con anticuerpos no tiene infección activa por el virus de la hepatits C, lo que ha permitido recalcular, que en la actualidad se estima en no más de 250.000.

“A pesar de estos datos y de los avances conseguidos en los últimos tres años, no debemos bajar la guardia, puesto que España tiene la posibilidad de eliminar la hepatitis C como un problema de Salud Pública y cumplir el objetivo de la OMS. Pero es necesario conseguir la implicación del Gobierno y de las Comunidades Autónomas para que faciliten ya, y de forma definitiva, la implementación del cribado universal de la hepatitis C para detectar la infección en las personas no diagnosticadas. De esta forma, trataremos precozmente a los pacientes, evitaremos el desarrollo de complicaciones de la enfermedad y abortaremos el repunte de la enfermedad dentro de unos años”, advierte el Dr. Javier Crespo, presidente electo de la SEPD.

Para el Dr. Javier García-Samaniego, coordinador de la AEHVE y Jefe de Sección de Hepatología del H.U La Paz, el objetivo de la eliminación es posible siempre que a la extensión del tratamiento a todos los pacientes diagnosticados se sumen otras políticas “que empiezan a ser urgentes”. “La estrategia nacional contra la hepatitis C debe centrarse ahora en cuatro prioridades: el desarrollo de políticas activas de cribado; la mejora de la continuidad asistencial para identificar y tratar a todos los pacientes con hepatitis C que no están en las consultas de Hepatología –Atención Primaria, prisiones y adicciones- ; el fortalecimiento del diagnóstico en un solo paso y en todos los centros sanitarios; y la promoción de las estrategias de microeliminación”, explica.

La detección de la hepatitis C en personas aún no diagnosticadas evitaría la evolución de la enfermedad a estadíos más graves y supondría un gran beneficio en términos de salud y en ahorro de costes de abordaje de esta enfermedad en el sistema sanitario. De hecho, distintos estudios han confirmado que la aplicación de esta estrategia es coste-efectiva.

“Gracias a los esfuerzos realizados hasta ahora hemos visto que han disminuido tanto el número de trasplantes de hígado por hepatitis C, como el número de pacientes en lista de espera, con el consiguiente beneficio que esto supone para otros pacientes que necesitan un trasplante. Es muy importante que se ponga en marcha el cribado de la infección en beneficio de los afectados. Además, ayudará a hacer el sistema sanitario más sostenible y destinar los recursos que sean necesarios para los pacientes más graves y que más los necesitan”, explica Eva Pérez Bech, presidenta de la FNETH.