En relación con el debate previsto para el próximo día 26 de septiembre de la Proposición No de Ley para la actualización de la Estrategia Nacional frente a la Hepatitis C (PEAHC) en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, a propuesta del grupo parlamentario socialista, desde la Alianza para la Eliminación de Hepatitis Víricas en España (AEHVE), en representación de las sociedades científicas y organizaciones de pacientes integradas, queremos plantear con ánimo constructivo una serie de aportaciones.

En líneas generales, secundamos el espíritu de la PNL y su intención final de promover una actualización de la estrategia nacional contra la hepatitis C, necesaria tras la universalización del tratamiento con antivirales de acción directa para avanzar en el objetivo de eliminación de la enfermedad que ha marcado la OMS. Sin embargo, pensamos que el contenido de esta PNL es susceptible de ser mejorado en el proceso de deliberación parlamentaria al que va a someterse, y desde esa convicción y con ese ánimo planteamos varias recomendaciones:

-En relación con el punto 1, sobre la “actualización del Plan Estratégico” mediante la incorporación del “enfoque de salud pública”, desarrollando “planes efectivos y coordinados orientados al diagnóstico, tratamiento y prevención de la infección”, consideramos de singular importancia que se mencione la necesidad de desarrollar planes de microeliminación dirigidos a los llamados focos primarios de la enfermedad: los colectivos poblacionales en los que se producen la mayor parte de las nuevas infecciones por el virus de la hepatitis c (VHC): a) las personas (activas o no) que se inyectan drogas por vía parenteral (PQID); b) los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mantienen conductas de riesgo; y c) las personas inmigrantes provenientes de zonas de alta prevalencia de la infección por VHC. La eliminación foco a foco (microeliminación) es el proceso asistencial más efectivo en estos colectivos poblacionales e implica una estrategia integral que además de la curación de los pacientes infectados contemple el tratamiento como prevención del entorno más próximo al paciente. Es de gran relevancia instar de manera específica al diseño y ejecución de estos planes, así como lograr la armonización territorial de las nuevas políticas, tanto en medidas como en tiempos de ejecución, poniendo de acuerdo a Estados y Comunidades Autónomas en el marco del Consejo Interterritorial o de la Comisión de Salud Pública. Sería deseable lograr inequidades en la puesta en marcha de estas políticas y sumar, por tanto, un amplio consenso sobre las estrategias de diagnóstico, preventivas y de salud pública que es preciso poner en marcha.

-En relación con el punto 2, sobre la “búsqueda activa de personas infectadas de hepatitis C de acuerdo a la información de la encuesta de seroprevalencia”, urge instar al Gobierno a un plazo para la presentación de esos resultados, que se vienen demorando de forma excesiva y sin justificación aparente. Asimismo es preciso insistir en la necesidad de definir, para toda España, los criterios de búsqueda. Algunas comunidades como Madrid ya están diseñando sus propios criterios (que en el caso de esta comunidad se orientan a la búsqueda basada en condiciones indicadoras, descartando otras opciones de diagnóstico precoz complementarias que también podrían ser útiles). De ahí la importancia de la finalización del estudio de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad, cuyos datos serán fundamentales para poder avanzar en una posición más concreta sobre la mejor estrategia de cribado y en general de salud pública.

-En relación al punto 4, referido a la “incorporación a la Atención Primaria y a los servicios de Salud Pública como principales actores en la estrategia actualizada del Plan”, cabe matizar que esta ya se contempla en el PEACH, de modo que lo que habría que plantear es el desarrollo de medidas para que esta línea estratégica del propio Plan se cumpla, así como para garantizar la continuidad asistencial y el diagnóstico en un único paso. Asimismo, en materia de diagnóstico, es necesario incorporar no solo a la Atención Primaria, sino también a otras instituciones comunitarias, como centros de adicciones, centros específicos de atención de ITS, servicios sociales municipales, centros de día y ONGs, que son fundamentales para la estrategia de cribado, pues son los que tienen contacto habitual con los grupos vulnerables. En España, la Atención Primaria es la puerta de acceso al sistema sanitario, pero el problema de las personas que conforman los focos primarios de la hepatitis C es que en muchas ocasiones no tienen contacto habitual con el Sistema de Salud y los centros de salud no son, por tanto, la mejor vía de entrada. Por ello, estimamos que la PNL debería instar en su contenido al desarrollo de una estrategia de diagnóstico temprano que contemple la coordinación entre los ámbitos comunitario, social y sanitario, facilite la derivación directa desde instituciones comunitarias y promueva la realización de pruebas de detección rápida en esos entornos no clínicos comunitarios. En resumen, es necesario que se recoja expresamente la necesidad de abordar nuevas vías asistenciales para evitar la pérdida de pacientes.

-Finalmente, y sobre la incorporación de pacientes y afectados en los comités de seguimiento del Plan, debemos informarle que esta participación ya se contempló en su momento, por lo que no necesita ser actualizada en esa dirección, lo que resulta imprescindible es que se cumpla y que en efecto los actores interesados sean convocados y tenidos en cuenta para ese seguimiento. En ese sentido, abogamos por la reformulación de este punto, de modo que emplace a una convocatoria a la mayor brevedad de los comités de seguimiento del PEAHC, tanto el Comité de Expertos, como el comité de Coordinador, en el que participan tanto expertos como pacientes y y las administraciones autonómica y central para la puesta al día del Plan. Dicho Comité tan sólo se ha reunido una vez en estos años.