Este pasado domingo se ha celebrado el Día Internacional de la Hepatitis  C y con este motivo la AEHVE, en coordinación con la AEEH, ha lanzado un comunicado con un desafío claro a las autoridades sanitarias españolas de cara a la próxima legislatura: eliminar la hepatitis C en estos próximos cuatro años. Un objetivo que nuestro país tiene al alcance de la mano y que ya  se habría logrado probablemente si no se hubiera cruzado por medio la pandemia. A escasas horas de la efeméride del 1 de octubre, Homie Razavi (CDA Foundation) así lo exponía, basándose en los últimos datos del Observatorio Polaris, en el XVI Simposium Viral Hepatitis and Beyond, que dirigen los Dres. M. Buti y R. Esteban

Superada la pandemia y, por tanto, el retraso diagnóstico y de inicio de nuevos tratamientos que esta ha supuesto, la sociedad española tiene a su alcance la eliminación de esta infección viral crónica  si las autoridades sanitarias avanzan en dos direcciones claras. La primera es extender el cribado oportunista por edad  aprovechando para ello las posibilidades de abaratamiento que concede la técnica de agrupación de muestras o pooling, como está haciendo con éxito desde principios de año Galicia, donde ya se ha cribado a más de 63.000 personas. Junto al abordaje del cribado en población general, la otra vía por la que debemos  avanzar son las acciones de microeliminación en las poblaciones vulnerables y particularmente en las personas sin hogar, los usuarios de drogas por vía parenteral, y los hombres que tienen sexo con hombres y que asocian conductas de riesgo, que son los principales focos de infección activa. Y para ello resulta de gran ayuda el compromiso las ciudades, cuyas administraciones están más cerca de estos colectivos, como se ha demostrado en el programa #HepCityFree.