Este fue el mensaje que desde la AEHVE lanzamos en el Día Mundial contra las Hepatitis Víricas. Y es que España es, en este momento, el país de todo el mundo con más motivos para la celebración, especialmente en relación con la hepatitis C. De hecho, con la proyección de datos de 2020, anteriores al estallido de la pandemia, el Observatorio Polaris ya daba a España como el único país del mundo que iba a cumplir todos los objetivos de eliminación en 2021: reducción en un 90% de las nuevas infecciones; reducción en un 65% de las muertes por cirrosis y cáncer de hígado; un diagnóstico superior al 90% de los casos; y el tratamiento de al menos el 80% de las personas con los requisitos para ello.

“En 2021 sin pandemia de por medio habríamos logrado los objetivos. Y los datos del Observatorio Polaris así lo indican: hemos sido de hecho el único país del mundo en cumplir todos los criterios marcados por la OMS. Pero con la pandemia se pararon los programas de microeliminación en poblaciones vulnerables, mientras que, en población general, tanto los programas de búsqueda en historias clínicas como los de cribado por factores de riesgo se vieron también ralentizados. Prácticamente no se pusieron tratamientos nuevos en 2020 y en 2021 se recuperó algo pero sin llegar a los niveles pre-pandémicos, hasta que en 2022 volvimos a repuntar”, explica el coordinador de la Alianza y jefe de Sección de Hepatología del H.U La Paz de Madrid, Javier García-Samaniego, que no duda sin embargo de que España está a un paso de lograr un éxito sanitario histórico y relegar la hepatitis C a la categoría de una enfermedad rara por su baja prevalencia.

Las razones de este optimismo proceden, de una parte, del aprendizaje logrado por la gestión diagnóstica de la COVID-19 y por otro del aprendizaje logrado en el programa #hepCityFree, a través del cual se promueve el compromiso de las corporaciones locales españolas con la eliminación de la hepatitis C, especialmente en la población vulnerable. Respecto a lo primero, el coordinador de la AEHVE alude a la experiencia que se está desarrollando en Galicia, que está siendo pionera a nivel mundial en el análisis diagnóstico del virus de la hepatitis C (VHC) mediante la agrupación de muestras (PCR), también conocida como pooling, con excelentes resultados sanitarios y un ahorro económico considerable. “Esta innovación es muy importante porque abarata enormemente la posibilidad de la extensión de una estrategia de cribado oportunista por edad como la que venimos demandando desde hace años los profesionales”, explica el doctor García-Samaniego.

Actualmente, solo unas pocas comunidades autónomas, como Cantabria y Andalucía, además de Galicia, contemplan el cribado oportunista por edad y también desde la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) su presidente, el catedrático de Medicina de la Universidad de Sevilla y hepatólogo del H.U. Virgen del Rocío, el Dr. Manuel Romero, considera que “el abaratamiento diagnóstico que permite el pooling puede ser la vía para que se extienda a más comunidades y el Ministerio lo incorpore a su documento de recomendaciones, que ahora no contempla el cribado en población general por edad, sino que lo limita a factores de riesgo”. “España está muy cerca de eliminar la hepatitis C. Nos quedan por tratar y curar unas 20.000 personas. Los datos de la última encuesta de seroprevalencia del Ministerio (2018) arrojaban una prevalencia de infección activa del 0,22%. Nosotros pensamos que ya está incluso por debajo, cercana al 0,1% en la población general. Así que estamos muy cerca, y con un pasito más para diagnosticar los casos que permanecen ocultos lo lograremos”, afirma el presidente de la AEEH.

Junto al abordaje del cribado en población general, el otro reto lo representan las poblaciones vulnerables y particularmente las personas sin hogar, los usuarios de drogas por vía parenteral, y los hombres que tienen sexo con hombres, que son los principales focos de infección activa. También en esa dirección se han dado pasos importantes en los últimos años a través del compromiso y la colaboración de las ciudades con esos retos, ensayada en el programa #hepCityFree, de la AEHVE. Para el hepatólogo Manuel Romero, presidente de la Asociación Española del Estudio del Hígado, AEEH, y coordinador del comité local de #hepCityFree en Sevilla, “se ha demostrado el papel clave que pueden jugar las comunidades locales en la lucha para la eliminación de la hepatitis C, especialmente a través del cribado de las poblaciones más vulnerables, campo en el que Sevilla se ha convertido con este programa en una ciudad de referencia internacional, gracias al modo ejemplar en el que la administración local está colaborando con la autonómica y con las ONGs que atienden a estas poblaciones”.

Extendiendo el cribado oportunista por edad en toda España, como ya ha empezado a hacer Galicia, e involucrando a las ciudades en la búsqueda activa de casos en la población que habitualmente no accede al sistema sanitario, tanto la AEHVE como la AEEH consideran una previsión “más que razonable” la desaparición de este problema de salud pública en 2024 ó 2025. “Sería el epílogo que merece la historia de éxito que es el abordaje de la hepatitis C por parte del sistema sanitario español”, afirma Manuel Romero, y García-Samaniego coincide: “un gran éxito como país que nos une, una vez más, en torno a nuestro sistema público sanitario, que, con sus imperfecciones, sigue dándonos motivos de orgullo”.

Nuestro país se encuentra mucho más lejos, sin embargo, de los objetivos de eliminación marcados por la OMS para la hepatitis B, que el Observatorio Polaris no prevé se alcancen antes de 2051.